Le habían dicho que no ostentara de su hermosura, pero ella insistía en erguirse y destacarse cada vez que sentía la presencia de alguien.
Desde muy joven, aún antes de desarrollarse, soñaba con participar en concursos de belleza... y ganarlos.
Se lo habían advertido las otras: era historia conocida que a su madre y a sus hermanas les había costado caro ser coquetas... ¡muy caro!
Pero su vanidad era más fuerte y al fin... había nacido para eso.
Ahora, agoniza en el interior de un salón, como corresponde a su condición de reina del jardín... en un finísimo jarrón.
Cuento ecologista de cien palabras
Ama Tista (La Bruja del Bosque)
1 comentario:
¿la rosa vanidosa?¿o la humanidad que intenta enfrascar la belleza infinita de la naturaleza en un jarrón? ¿Cómo nos creemos capaces de apoderarnos de la belleza de la naturaleza? La rosa reina libre en el jardín.
Publicar un comentario